SÍNDROME DE ESTOCOLMO




A SleepingPrincess su mamá le regaló unos lindos senos, que estrenó en sus 15 con ElMen. Se habían conocido en el micro. ElMen le metió el dedo y ella le dijo Kétepasaconxatumare pero luego él le mandó corazoncitos por la wassapp y SleepingPrincess se templó. ElMen le dijo Minimízateloquita que ElMen es capo en el amor, y sus broders aplaudieron en el parque cuando él bramó de un placer que SleepingPrincess no sintió en ninguna parte de su alma, y mucho menos en sus grandes senos que estallaron entre las sortijas de los dedos de uñas mugres de ElMen. SleepingPrincess despertó en una cama de mala muerte. Sin ElMen. Sin sus senos. Sin su mamá, que quiso agarrar a golpes a ElMen, y al conocerlo en el parque en el micro y en la cama de mala muerte gimió Eresunconxatumare, y se arrepintió. Pero al despertar SleepingPrincess ha dicho Yonovoyasercomomimamá.

SÍNDROME DE ESTOCOLMO. Microficción de Rocío Santillana incluída en la Antología BASTA Perú 100 Mujeres contra la violencia de género. Editorial Estruendo Mudo, Lima, 2012, coordinada por Cucha del Águila y Christiane Fèlip Vidal.